Cómo afrontar el estrés emocional del tratamiento de fertilidad mediante FIV

La infertilidad puede tener un efecto emocional terrible en las mujeres y las parejas. La decepción y el sufrimiento pueden durar años y, cuando un paciente busca un tratamiento de fertilidad, sus reservas emocionales pueden estar muy bajas. Decidir intentar la FIV es un paso importante en la vida y, si bien trae consigo una renovada sensación de esperanza y propósito, puede ser una experiencia intensa para todos los involucrados. Manejar el estrés y la montaña rusa emocional del tratamiento de fertilidad no es fácil, pero es posible. Con el cuidado personal y el apoyo adecuados, puede prosperar en este viaje.

Los riesgos y el estrés de la FIV: no estás sola

Hay mucho que considerar cuando se está considerando la FIV. Las posibles recompensas son increíbles, pero los riesgos que conlleva pueden ser abrumadores. Cuando se habla de algo tan personal y emocional como sumar un bebé a la familia, el enfoque clásico de “pros y contras” para tomar una decisión que cambiará la vida puede parecer totalmente inadecuado, y sin embargo hay algunos riesgos que se deben tener en cuenta. Lidiar con estas dualidades no es fácil.

Aunque la FIV es extremadamente segura, es posible que le preocupen los posibles efectos secundarios físicos de los medicamentos o procedimientos. ¿Qué pasa si se enferma? ¿Terminará teniendo que ausentarse del trabajo más tiempo del previsto? El compromiso financiero de la FIV es considerable: ¿cuánto puede realmente permitirse? Puede resultar doloroso sentir que está “poniendo un precio” a algo invaluable, y muy estresante hacer una inversión de ese tipo con un retorno incierto. En el momento en que más necesita apoyo, los rigores del tratamiento de fertilidad pueden tensar hasta las relaciones más sólidas. Las parejas pueden sentirse indefensas o excluidas y tener dificultades para expresar su experiencia. Los familiares y amigos pueden hacer comentarios y sugerencias insensibles o hirientes sin darse cuenta. Algunos pacientes luchan con preocupaciones morales o religiosas sobre la FIV, y si su iglesia no aprueba los tratamientos de fertilidad pueden lidiar con el estrés y la alienación de ocultar esta parte importante de sus vidas a su comunidad.

Incluso si evita estos posibles riesgos, la verdad es que un ciclo de FIV puede ser estresante en sí mismo. La sensación de injusticia y decepción que puede surgir al lidiar con problemas de fertilidad puede, en realidad, aumentar en lugar de disminuir. Puede parecer una contradicción, pero es común que la experiencia de la FIV desencadene estos sentimientos de manera especialmente intensa. Puede aparecer vergüenza y culpa por “no poder” concebir y gestar un bebé sin ayuda médica, incluso aunque se haya superado gran parte del viejo estigma en torno a la infertilidad. Puede cuestionar las decisiones que tomó en el pasado y culparse a sí misma por la situación. Incluso si sabe intelectualmente que la infertilidad no es su culpa, los sentimientos de incompetencia pueden parecer inevitables y aplastantes.

Muchas pacientes sienten mucha ansiedad al comenzar un ciclo de FIV. En este punto, todo se vuelve muy “real”. El miedo a tener que autoadministrarse inyecciones es común y, si ya tienes fobia a las agujas, puede resultar abrumador. Tomar nuevos medicamentos y experimentar nuevos procedimientos médicos no es fácil y todo el proceso del tratamiento de fertilidad puede parecer invasivo. Por último, el mayor estrés para la mayoría de las pacientes es el miedo a que el ciclo fracase. Si bien el tratamiento de fertilidad puede transformar tus posibilidades de lograr un embarazo exitoso, es un hecho desafortunado que no existen garantías. No es raro que una mujer intente varios tratamientos antes de quedar embarazada y, con tanta inversión emocional, física y financiera, la decepción de un ciclo fallido puede ser aplastante.

Además de todo esto, los pacientes pueden ser muy exigentes consigo mismos por luchar emocionalmente en un momento en el que sienten que deberían estar felices, emocionados, entusiasmados y esperanzados. El solo hecho de darse cuenta de que esta es una experiencia común entre los pacientes de FIV debería ayudarlo a sentirse menos solo. La FIV puede ser difícil y es normal tener dificultades a veces. Reconozca sus sentimientos y ofrézcase compasión y amabilidad.

Cómo afrontar el estrés de la FIV

Si bien los riesgos y el costo emocional de la FIV son reales, no son inevitables y no tienen por qué ser abrumadores. Hay muchas cosas que puede hacer para minimizar el estrés que experimenta durante el proceso. Puede haber algunos días difíciles, pero es posible atravesar la FIV sintiéndose cómoda y esperanzada.

  • Elija con cuidado su equipo de tratamiento de FIV
    • Una buena experiencia de FIV comienza mucho antes de la primera dosis de medicación para la fertilidad o del primer procedimiento. Cuando busque una clínica de fertilidad, comience con una investigación básica. Preste atención a las tasas de éxito, especialmente en pacientes con un perfil similar al suyo. Cuando visite, vea qué tan cómodo se siente con todo el equipo. La buena comunicación es uno de los factores más importantes aquí: ¿se siente cómodo haciendo preguntas? ¿Son claras las respuestas y el equipo se toma el tiempo para asegurarse de que comprenda la información?
  • Edúcate
    • El conocimiento es empoderador. Aprende toda la información que puedas sobre el proceso de FIV y mantente completamente informado. Saber qué esperar en cada etapa puede hacer maravillas para aliviar tu ansiedad. Hazle a tu equipo médico tantas preguntas como puedas para disipar dudas o temores: no te preocupes en silencio.
  • Planifique los costos financieros de los distintos tratamientos y ciclos antes de comenzar el tratamiento.
    • Es muy importante abordar el aspecto financiero de la FIV antes de comenzar. Considere si tiene la opción de someterse a otro ciclo o tratamiento si el primero no da resultado. Será mucho más fácil tomar una decisión saludable y meditada ahora en lugar de hacerlo en un momento en el que puede estar lidiando con una gran decepción.
  • Anticipar decisiones y prepararse para la toma de decisiones
    • Estar preparado para afrontar decisiones difíciles va más allá del ámbito financiero. Anticipe los posibles problemas que puedan surgir en el futuro y piense cómo los abordará ahora.
    • Tener un tiempo y un espacio dedicados exclusivamente a trabajar con la experiencia emocional de la FIV puede ser transformador. Este tipo de apoyo experto, sin ningún tipo de prejuicio, puede ayudarte a superar tus emociones, animarte cuando te sientas desanimada y ofrecerte la tranquilidad que tanto necesitas a medida que avanzas en el proceso de FIV.
  • Descubra técnicas de gestión del estrés
    • El yoga, la meditación, las prácticas mente-cuerpo, las técnicas de respiración y los masajes son formas muy eficaces de reducir y liberar el estrés y desarrollar resiliencia a medida que avanza en la FIV.
    • Un pasatiempo interesante puede ser una forma de escapar de las realidades de la vida y de la FIV. Reservar tiempo para ser creativo y divertirse es muy importante.
  • Busque familiares o amigos que le apoyen y cuente con ellos para recibir apoyo emocional.
    • Dale a tus seres queridos la oportunidad de ayudarte a superar esta experiencia. Es importante que te sientas comprendido y apoyado por las personas cercanas a ti.
  • Trabaje junto con su socio
    • La comunicación es vital, al igual que los límites. Programe un tiempo para hablar sobre la FIV y un tiempo para NO hablar sobre ella. Ambos son igualmente importantes. La FIV puede resultar abrumadora y ambos necesitan un descanso de vez en cuando. Por otro lado, no reservar tiempo para hablar sobre la FIV puede significar que se dejen cosas importantes sin decir.
    • Decidan de antemano cuáles serán sus esperanzas y expectativas mutuas. ¿Quieren estar juntos en todas las citas, el día de la prueba de embarazo o cuando esperen la llamada del médico?
    • La terapia de pareja puede ser una buena opción. No importa cuán sólida y fuerte sea su relación, la FIV puede ser difícil para las parejas. Es un espacio seguro donde ambos pueden recibir apoyo, donde pueden ser honestos y abiertos acerca de lo que están experimentando.
    • Las citas nocturnas son una forma valiosa de reconectarse como pareja, lejos del estrés del tratamiento de fertilidad. Comprométanse a ir a un lugar especial, a vivir algo nuevo juntos y a apreciarse mutuamente como individuos.
  • Mantenga todas las demás áreas de su vida lo más simples posible.
    • La FIV puede parecer un trabajo de tiempo completo y, con sus exigencias emocionales y físicas, es poco probable que te quede mucha energía para dedicarla a otros proyectos. No es el momento de mudarte, comprometerte con grandes proyectos en el trabajo o buscar un nuevo empleo. Date tiempo para respirar.
    • Asegúrese de concertar con antelación los días libres o los cambios en su horario de trabajo. Negociar una tarde para ir a la clínica con poca antelación puede ser complicado. Elimine esta fuente de estrés planificando con antelación con su empleador.

Puede que no sea posible eliminar todo el estrés de su experiencia de FIV, pero estas medidas le ayudarán más de lo que imagina. Lo más importante que debe saber es que no está sola: sus dilemas, preocupaciones y miedos son comunes, naturales y compartidos por pacientes de FIV de todo el mundo. Sobre todo, recuerde que intentar un tratamiento de fertilidad es un acto fuerte y valiente. No importa cuál sea el resultado de su ciclo de FIV, usted ha tomado las riendas de su vida y sus sueños. Ha logrado hacer todo lo que estaba a su alcance para tener un hijo. Eso es algo de lo que puede estar muy orgullosa.

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