
El desarrollo de la fecundación in vitro (FIV ) se remonta al momento en que los médicos empezaron a reflexionar científicamente sobre las causas de lo que entonces se denominaba "esterilidad". Anteriormente, la infertilidad se consideraba una cuestión divina más que médica, y la incapacidad de tener hijos se consideraba un juicio o una prueba de Dios. A finales del siglo XIX, cuando la ciencia empezó a ganar terreno en el pensamiento moderno, los médicos empezaron a reconsiderar si podían intervenir en asuntos de infertilidad.
Sin embargo, antes de que pudieran empezar a aislar los posibles problemas subyacentes a la infertilidad, primero necesitaban comprender la fertilidad, y hubo que esperar hasta bien entrado el siglo XIX para que los investigadores descubrieran los detalles científicos básicos de la concepción humana. En 1827 se descubrió por primera vez la existencia de óvulos en el cuerpo femenino. Los espermatozoides se habían descubierto en el semen en 1677, pero no fue hasta 1843 cuando los científicos supieron que la concepción se produce cuando un espermatozoide penetra en un óvulo. Con estos conocimientos básicos, pudo iniciarse la investigación.
Los mayores avances de la FIV
Inseminación artificial
1850s
Las primeras "soluciones" médicas para la infertilidad femenina fueron principalmente quirúrgicas, pero a finales de la década de 1850 se intentó la inseminación artificial. Este fue el primer gran avance hacia lo que con el tiempo se conocería como tecnologías de reproducción asistida, o TRA, incluida la FIV.
El Dr. J. Martin Simms probó el procedimiento 55 veces en seis mujeres distintas, pero no tuvo en cuenta sus ciclos ovulatorios y, como resultado, sólo uno de los intentos dio lugar a un embarazo, que tristemente acabó en aborto espontáneo. Los médicos tardaron un poco más en admitir que la infertilidad por factor masculino podía ser la causa de que una pareja no concibiera, y el concepto de utilizar semen de donante no se consideraba una opción.
1880s
El primer caso registrado de inseminación artificial por donante no se produjo hasta 1884, cuando el Dr. William Pancoast decidió tratar la infertilidad de una pareja inseminando en secreto a la mujer con esperma obtenido de un estudiante de medicina. La inseminación se produjo mientras la paciente estaba anestesiada y el Dr. Pancoast no le comunicó lo ocurrido.
Nueve meses después dio a luz a un niño, pero pasaron varios años antes de que el médico confesara finalmente a su marido lo que había hecho. Ninguno de los dos llegó a informar a la madre. Fue 25 años más tarde cuando se publicó el resultado de este caso. El Dr. Pancoast fue condenado rotundamente por sus actos, pero abrió la puerta a la inseminación consentida de donantes de esperma.
Primeros pasos hacia la FIV
El salto de la inseminación artificial a la FIV fue grande, tanto científicamente como en términos de opinión pública, sobre todo en Estados Unidos. Durante muchos años, las discusiones sobre la ética de la experimentación con FIV en el mundo académico, el gobierno y la religión ralentizaron el proceso de investigación. Además, seguían existiendo enormes lagunas en la comprensión médica del sistema reproductor humano.
Década de 1920 - Década de 1940
En las décadas de 1920 y 1930 se identificaron las hormonas progesterona, estrógeno y testosterona, y se estudiaron detenidamente sus funciones en la reproducción y el embarazo. En la década de 1940, empezaron a comercializarse sustitutos y suplementos hormonales químicos, otro avance importante que acabaría convirtiéndose en parte habitual de los tratamientos de la infertilidad.
En 1944, el Dr. John Rock, de Harvard, comunicó que en su laboratorio se había producido la primera fecundación de óvulos humanos en una placa de laboratorio (in vitro). El anuncio fue acogido con interés por la comunidad científica, pero denunciado con estridencia por el Vaticano. En las décadas siguientes se realizaron experimentos de FIV en todo el mundo, pero hubo muchos problemas con la financiación y el temor en la comunidad médica a que este tipo de investigación pudiera dañar la reputación de cualquier institución de la que se supiera que participaba en ella.
El primer bebé de FIV
Años 70 - 80
A las 23.47 horas del 25 de julio de 1978, en el Oldham and District Hospital de Manchester, nació la primera bebé FIV del mundo. Se llamaba Louise Joy Brown y su nacimiento lo cambió todo. Los medios de comunicación quedaron fascinados y encantados, y la marea de la opinión pública empezó a girar con fuerza a favor de esta nueva tecnología que podía ofrecer esperanza a tantas parejas desesperadas por tener una familia. En 1980 se inauguró la primera clínica estadounidense de FIV y comenzó una nueva era en el tratamiento de la fertilidad.
Tratamientos avanzados actuales
La ciencia del tratamiento de la fertilidad sigue avanzando, y los investigadores buscan continuamente nuevas formas de ayudar a las parejas a concebir. Cada nuevo avance abre nuevas oportunidades a una población más amplia y aporta nuevas esperanzas a problemas de fertilidad que antes se consideraban imposibles de superar.
Donación de óvulos
1980s
El siguiente gran avance de la FIV se produjo en 1987, cuando se hizo público el uso de óvulos de donantes. Los bancos comerciales de semen de donantes llevaban funcionando desde 1970 y se utilizaban tanto para la inseminación artificial como para la FIV, pero la donación de óvulos como parte de la FIV tardó más en desarrollarse.
Los primeros embarazos con éxito por donación de óvulos se produjeron en 1983, y desde entonces ha habido más de 50.000 nacidos vivos a partir de óvulos donados. La FIV con donación de óvulos es un tratamiento muy eficaz, sobre todo para mujeres con baja reserva ovárica o mala calidad de los óvulos. Ha abierto la posibilidad de ser padres a miles de mujeres que de otro modo nunca habrían tenido la oportunidad de tener un bebé.
Esperma, óvulos y embriones congelados
Años 50 - 90
La crioconservación, o congelación de espermatozoides, óvulos y embriones, desempeña un papel fundamental en la FIV.
- El esperma se congeló por primera vez en 1953.
- El primer embarazo con éxito utilizando óvulos previamente congelados se registró en 1984.
- En 1999 se produjo el primer nacimiento con vida de un embrión previamente congelado.
Al principio existía un mayor riesgo de dañar los óvulos o embriones descongelados, pero los avances en las técnicas y la tecnología de congelación y descongelación lo han convertido en una opción muy segura.
El uso de embriones congelados puede tener ventajas sobre el uso de embriones frescos para algunas pacientes. Separar el procedimiento de estimulación ovárica y extracción de óvulos de la transferencia de embriones puede permitir que el sistema reproductor descanse, lo que elimina muchos de los riesgos del síndrome de hiperestimulación ovárica, y la FIV realizada con embriones congelados elimina el riesgo de bajo peso al nacer que se asocia a la FIV con transferencia de embriones frescos.
Transferencia de un solo embrión
En las primeras fases de la FIV, los óvulos fecundados se cultivaban en el laboratorio durante tres días antes de transferir los embriones resultantes al útero de la mujer. Como antes era difícil saber qué embriones tenían probabilidades de implantarse, se transferían tres o más al mismo tiempo. Esta es una de las principales razones por las que la FIV se vinculó tanto en la mente del público con los gemelos y los nacimientos múltiples de orden superior.
Aunque los partos múltiples pueden ser maravillosos, el aumento del peligro tanto para las madres como para los bebés durante el embarazo y el parto es considerable. Los embarazos múltiples son embarazos de riesgo y, en la medida de lo posible, los médicos prefieren reducirlo.
1990s
A finales de los años 90, un mayor conocimiento de las necesidades nutricionales de los embriones en desarrollo permitió cultivarlos hasta la fase de blastocisto: normalmente, entre cinco y seis días después de la fecundación. Un blastocisto está mucho más avanzado que un embrión de tres días, es más fácil de evaluar genéticamente y tiene más probabilidades de implantarse tras la transferencia. Esto ha permitido ofrecer transferencias de un solo embrión a muchas pacientes, reduciendo enormemente el riesgo de embarazo múltiple.
ICSI
Años 80 - 90
La inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI) es un procedimiento en el que un embriólogo inyecta físicamente los espermatozoides en un óvulo. Se realiza al microscopio con instrumentos de micromanipulación. La ICSI se realizó por primera vez en 1987, y el primer nacimiento con éxito fruto de la ICSI se produjo en 1992.
Se ha convertido en una herramienta inestimable para superar muchos tipos de infertilidad por factor masculino. La mala calidad del esperma es la principal causa de infertilidad. Es especialmente útil si un hombre tiene un recuento de espermatozoides muy bajo, una morfología deficiente o si sus espermatozoides tienen dificultades para penetrar en el óvulo y lograr la fecundación.
PGS y DGP
1990s
El cribado genético preimplantacional (PGS) y el diagnóstico genético preimplantacional (PGD) se utilizan para garantizar la salud genética de los embriones antes de su transferencia. El primer informe sobre las pruebas genéticas de embriones se publicó en 1990, pero la tecnología ha seguido mejorando drásticamente en los años transcurridos desde aquel éxito inicial.
PGS
El PGS se utiliza para evaluar la normalidad cromosómica de los embriones. Puede identificar si un embrión tiene demasiados o muy pocos cromosomas. Muchos casos de pérdida del embarazo se deben a anomalías cromosómicas, por lo que este PGS puede ayudar a menudo cuando una mujer ha sufrido múltiples abortos espontáneos inexplicables. También puede reducir la probabilidad de tener un bebé con un trastorno genético grave.
PGD
El DGP es una forma más compleja de prueba genética, que se utiliza para detectar enfermedades genéticas específicas como Tay Sachs o la fibrosis quística. Para las parejas que son portadoras de estas enfermedades y temen transmitirlas a sus hijos, el DGP puede ofrecer una tranquilidad inestimable.
Tanto el PGS como el DGP pueden determinar el sexo de un embrión, lo que puede dar a las familias la oportunidad de equilibrar su familia si ya tienen uno o más hijos del mismo sexo.
Incubación asistida
La eclosión asistida es un procedimiento que ayuda a un embrión a "eclosionar" o salir de la delgadísima membrana que lo envuelve, conocida como zona pelúcida. Esta eclosión debe producirse antes de que el embrión pueda implantarse en el útero. Los embriones de pacientes con mal pronóstico pueden carecer de la energía necesaria para eclosionar por sí solos, por lo que la eclosión asistida puede aumentar sus posibilidades de implantación y embarazo. En el procedimiento de eclosión asistida, un embriólogo hace con mucho cuidado un pequeño orificio en la zona pelúcida antes de la transferencia.
Fotos secuenciales/EmbryoScope
EmbryoScope
Uno de los últimos avances en medicina de la fertilidad es el EmbryoScope, un incubador especializado que toma fotografías secuenciales de los embriones a medida que se desarrollan. Esto reduce la necesidad de sacar a los embriones de la seguridad del incubador varias veces durante su desarrollo y limita su exposición a posibles errores de manipulación o contaminantes en el aire que podrían dañarlos.
Lapso de tiempo
El embrioscopio toma una foto del embrión cada cinco minutos. Las fotos se juntan en una película time-lapse, y ofrecen al embriólogo la posibilidad de observar y controlar las divisiones y el desarrollo del embrión de forma constante, mientras permanece en el entorno ideal del incubador. Se pueden utilizar algoritmos avanzados e inteligencia artificial para identificar patrones en el modo en que se desarrollan los embriones, y se ha empezado a sugerir que los tiempos específicos de las divisiones celulares pueden utilizarse para predecir la viabilidad potencial del embrión. Todo ello permite transferir el mejor embrión y el más sano, lo que se traduce en resultados mucho mejores para los pacientes.
Tratamientos de fertilidad hoy
Hoy en día, investigadores de todo el mundo continúan el viaje que comenzó hace tanto tiempo. Los límites de lo que es posible con la FIV y los tratamientos de fertilidad se amplían constantemente. La misión sigue siendo la misma: dar a todos los que sueñan con ser padres la oportunidad de tener en sus brazos a un bebé sano y feliz.
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